HISTORIA DE UN TRACCION POR PEDRO DIAZ ALOCEN

Ésta es la historia de las fotos que me contó mi padre hace ya muchos años: Se trataba de un coche que fue alquilado por unos novilleros, y en un paso a nivel en algún punto de la N401 fue arrollado por un tren el cual dejó el coche como se ve en la foto y  aunque no se aprecia, creo que lo llegó a partir. Ese coche era de alquiler, y se llevó a Madrid donde se reparó en la Citroën de Goya, situada donde se encuentra ahora el Palacio de los Deportes de la C.A.M. El coche en cuestión fue reparado por mi padre Pedro Díaz Alocén y otro compañero del cual desconozco el nombre quedando en el estado que se aprecia en las fotos siguientes.

Pedro Díaz Alocén: Hijo de Vicente Díaz Clemente y Benita Alocén Arribas, y nacido en Guadalajara en 1927, donde su padre (Vicente Díaz) trabajaba como mecánico en la Hispano Suiza de Guadalajara. En la postguerra se queda huerfano de madre, y se traslada a vivir a Madrid, donde comienza a trabajar con su primo Carlos Villa Alocén (mecánico) en la casa Renault como aprendiz de chapista a los 16 años. Es aquí donde aprende el oficio y busca mejoras laborales fuera de ese taller y comienza un periodo de trabajo en Opel, en donde está muy poco tiempo y se marcha a Citroën en la calle Goya donde permanece hasta su demolición para hacer el palacio de los deportes, trasladando el taller a Doctor Esquerdo 62, donde permanece hasta que se jubila, siendo su última ocupación la de reparar pequeños desperfectos de los vehículos nuevos, los cuales no se pueden emplastecer, ni repintar, o sea trabajos finos. En la actualidad tiene 85 años y su memoria se ha borrado casi por completo, pero quedan muchas de sus historias en la mente de las personas que siempre le hemos querido tanto.

Recuerdo cuando vi las fotos por primera vez, me parecían casi como un cuento, al contarme la historia como me la contaba: En los años de la postguerra España tenía las fronteras cerradas, por lo cual escaseaban las piezas de repuesto, materias primas, y todo tipo de artículos. «Entonces se reparaba todo». Se reciclaban bidones para sacar chapas o cualquier metal se reutilizaba para poder sacar un trabajo adelante. También me contó, que un compañero suyo «Prieto» y él, estuvieron tentados de diseñar un coche para el que tenían ya hasta nombre: «DIPRIE», jajaja. Creo que estuvieron enredando, pero se quedó en nada. (locuras de juventud).